D.O. Monterrei

La Denominación de Origen Monterrei es quizá la joven promesa gallega. Nacida en 1994, año en el que se publica su Reglamento, esta región vitivinicola al sureste de la provincia de Ourense, goza de una amplia tradición vitivinícola.

Fueron los romanos quienes introdujeron el cultivo de la vid en Monterrei, así lo muestran los lagares rupestres, vasijas y restos hallados en la zona. Ya en el siglo IX, se expande el cultivo de la vid por toda la comarca, al ser el vino el tributo más empleado para el pago a monasterios y a los señores feudales.

Su influencia se propagó por toda Galicia y España durante la Edad Media, llegando incluso sus vinos a ser comercializados en América cuando Felipe II nombra virrey al V Conde de Monterrey para que éste gobierne las nuevas colonias españolas en América.

Finalmente, motivado por el cierre de la única bodega cooperativa, la aprobación del reglamento y la apuesta por los vinos de calidad resultaron en el resurgir de la comarca.

El nuevo reglamento supuso una profunda reestructuración del viñedo, sustituyendo las vides autorizadas por variedades preferentes, predominando Mencía y Tempranillo en las tintas y Treixadura, Godello o Verdello en las uvas blancas.

En estas plantaciones se implantó además un nuevo sistema de conducción, con el paso del vaso griego a la espaldera, introduciendo al mismo tiempo mejoras como modificaciones en los marcos de plantación, etc. Todo ello con un único objetivo: mejorar la calidad de los vinos de Monterrei.

En la actualidad, la zona de producción incluye 437 hectáreas de viñedos en los ayuntamientos de Monterrei, Oimbra, Verín, Castrelo do Val, Riós y Vilardevós, estableciéndose dos subzonas claramente diferenciadas: la de valle y la de ladera.

Esta diferenciación da lugar a una gran variedad de suelos que, unida a los microclimas generados en las laderas, producen unos vinos con características diferenciadas, personales y con gran complejidad de aromas.

En lo que respecta al clima, la Denomicación de Origen Monterrei pertenece a la cuenca del río Duero, puesto que en él desemboca su afluente Támega, que cruza la región de norte a sur.

Tiene un clima mediterráneo templado con tendencia continental, influenciado por el océano atlántico. Sus veranos son calurosos y secos mientras que sus inviernos son fríos, albergando unas considerables oscilaciones térmicas de hasta 30º en los meses de septiembre y octubre, lo que beneficia una correcta maduración del fruto.

En los suelos existe una amplia diversidad, con perfiles que abarcan desde suelos pizarrosos y esquistos, muy adecuados para el cultivo de las variedades tintas;

• graníticos
• arenosos

procedentes de la degradación de rocas graníticas, con pH bajos, que generan vinos blancos de intenso y diferenciado potencial aromático; hasta suelos arcillosos que favorecen la retención de humedad en épocas de sequía.

La conjunción de estas variabilidad de suelos y clima hace posible el cultivo de variedades autóctonas en condiciones óptimas, lo que se traduce en vinos con carácter y de marcada personalidad.

Las condiciones naturales que reúne la región, sumadas a la profunda profesionalización que está experimentando el sector, hacen que Monterrei produzca vinos de gran calidad, día a día más valorados por la crítica y el consumidor.

En 2013 integra 437 hectáreas de viñedo, en manos de 370 viticultores y 23 bodegas. Una joven pero tradicional región vitivinícola con un nivel de notoriedad en ascenso que aspira, en los próximos años, a incrementar su promoción y así conseguir ampliar su cuota en los diferentes mercados.

Tipos de Vinos

• Blanco Monterrei. (Barrica, Crianza, Reserva y Gran Reserva), según legislación vigente: Ley 24/2003, de 10 de Julio, de la Viña y del Vino
• Tinto Monterrei. (Barrica, Crianza, Reserva y Gran Reserva), según legistalción vigente: Ley 24/2003, de 10 de Julio, de la Viña y del Vino

Bodega Pazo de Valdeconde

Tipos de Suelos

En cuanto a los suelos, en la comarca de Monterrei están presentes los siguientes tipos de suelos:

• Pizarrosos y esquistosos: idóneos durante las épocas de sequía, que proporcionan aromas en los vinos tintos.
• Graníticos y Arenosos: provenientes de la degradación de las rocas graníticas, presentan pH bajos, adecuados para vinos blancos.
• Sedimentarios: complejos debido a la mezcla de materiales.

Fuente : Luis Paadín